domingo, 3 de marzo de 2013

El comienzo de la guerra


Amigos, si están aquí es porque saben que hay algo que está comenzando a suceder ahí fuera. Tal vez ni siquiera imaginen de qué se trata, pero puedo aseguraros que no es nada que deba ser tomado a la ligera.
Mis compañeros del blog y yo nos hemos jugado la vida para viajar desde el futuro y así poder comunicaros lo que va a suceder. Queremos que hagáis algo para evitarlo, o por lo menos esperamos que estéis advertidos de lo que se os va a venir encima… queremos contaros la historia de la tercera guerra mundial.

Todo comenzó con la aparentemente inofensiva compañía de la mermelada de naranja, que como todo el mundo sabe, emplea las naranjas para crear esa rica mermelada con un intenso sabor y una textura extrasuave que tanto nos gusta probar cada mañana en nuestras tostadas del desayuno.

Las naranjas son peladas, cortadas en finos trozos y finalmente se cuecen junto con sus pieles para luego meterlas en botes. Estos botes irán dentro de enormes cajas que serán transportadas mediante barcos a las diferentes costas para abastecer a una población entera con sus productos.

Aunque sea difícil de creer, el punto de partida de la tercera guerra mundial radica en algo tan simple como esto. Uno de los barcos que transportaban la mermelada, el llamado “Prestige”, navegaba cerca de las costas Gallegas, cuando dentro del barco hubo un motín. Cierto grupo mató a toda la tripulación y arrojaron al capitán del barco por la borda para que fuera devorado por los tiburones. Acto seguido, se montaron en lanchas e hicieron estallar el barco con todo su cargamento ocasionando que naufragara cerca de la costa Gallega. Como es obvio, el vertido de mermelada de naranja contaminó las aguas produciendo que muchos peces, mariscos y demás animales marinos murieran ante el brusco cambio de las condiciones del agua.

Este suceso ocasionó una crisis en Galicia, ya que, aparte de la droga, su única fuente de ingresos rentable eran los productos que obtenían del mar, es decir, esos mariscos, peces y demás que habían muerto. Su capital descendió en picado. Las empresas de esta industria a duras penas podían continuar y hubo muchos despidos e incluso algunas empresas grandes quebraron debido a esta gran pérdida, por no hablar, claro está, de las empresas más pequeñas, que directamente no tuvieron ninguna oportunidad de salvarse frente a este suceso.

Esta situación generó gran polémica entre los gallegos y la compañía de la mermelada, y como nadie intervino ni quiso intervenir para solucionar el problema, los gallegos quisieron darle una represalia a la causante de todo esto.

Armados con cualquier arma o utensilio que pudiera ser utilizado como tal (garrotes, palos etc.) descargaron su ira y descontento sobre las sucursales de dicha empresa y sobre todos los productos que habían sido exportados anteriormente.

Esto no le sentó nada bien a la compañía de la mermelada de naranja, por lo que comenzaron una pequeña guerra entre ambos bandos: The Marmalade Company y los gallegos o como ellos se hacían llamar: Galegans.

Este, amigos, fue un humilde comienzo para algo tan catastrófico como lo fue, o mejor dicho será, la tercera guerra mundial.

1 comentario:

¡Mójate Soldado!