Amigos, si están aquí es porque saben que hay algo que está
comenzando a suceder ahí fuera. Tal vez ni siquiera imaginen de qué se trata,
pero puedo aseguraros que no es nada que deba ser tomado a la ligera.
Mis compañeros del blog y yo nos hemos jugado la vida para
viajar desde el futuro y así poder comunicaros lo que va a suceder. Queremos
que hagáis algo para evitarlo, o por lo menos esperamos que estéis advertidos
de lo que se os va a venir encima… queremos contaros la historia de la tercera
guerra mundial.
Todo comenzó con la aparentemente inofensiva compañía de la
mermelada de naranja, que como todo el mundo sabe, emplea las naranjas para
crear esa rica mermelada con un intenso sabor y una textura extrasuave que
tanto nos gusta probar cada mañana en nuestras tostadas del desayuno.
Las naranjas son peladas, cortadas en finos trozos y
finalmente se cuecen junto con sus pieles para luego meterlas en botes. Estos
botes irán dentro de enormes cajas que serán transportadas mediante barcos a las
diferentes costas para abastecer a una población entera con sus productos.
Aunque sea difícil de creer, el punto de partida de la
tercera guerra mundial radica en algo tan simple como esto. Uno de los barcos
que transportaban la mermelada, el llamado “Prestige”, navegaba cerca de las
costas Gallegas, cuando dentro del barco hubo un motín. Cierto grupo mató a
toda la tripulación y arrojaron al capitán del barco por la borda para que
fuera devorado por los tiburones. Acto seguido, se montaron en lanchas e
hicieron estallar el barco con todo su cargamento ocasionando que naufragara
cerca de la costa Gallega. Como es obvio, el vertido de mermelada de naranja
contaminó las aguas produciendo que muchos peces, mariscos y demás animales
marinos murieran ante el brusco cambio de las condiciones del agua.
Este suceso ocasionó una crisis en Galicia, ya que, aparte
de la droga, su única fuente de ingresos rentable eran los productos que
obtenían del mar, es decir, esos mariscos, peces y demás que habían muerto. Su
capital descendió en picado. Las empresas de esta industria a duras penas
podían continuar y hubo muchos despidos e incluso algunas empresas grandes
quebraron debido a esta gran pérdida, por no hablar, claro está, de las
empresas más pequeñas, que directamente no tuvieron ninguna oportunidad de salvarse
frente a este suceso.
Esta situación generó gran polémica entre los gallegos y la
compañía de la mermelada, y como nadie intervino ni quiso intervenir para solucionar
el problema, los gallegos quisieron darle una represalia a la causante de todo
esto.
Armados con cualquier arma o utensilio que pudiera ser
utilizado como tal (garrotes, palos etc.) descargaron su ira y descontento
sobre las sucursales de dicha empresa y sobre todos los productos que habían sido
exportados anteriormente.
Esto no le sentó nada bien a la compañía de la mermelada de
naranja, por lo que comenzaron una pequeña guerra entre ambos bandos: The
Marmalade Company y los gallegos o como ellos se hacían llamar: Galegans.
Este, amigos, fue un humilde comienzo para algo tan
catastrófico como lo fue, o mejor dicho será, la tercera guerra mundial.
כל כך מצחיק
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