martes, 5 de marzo de 2013

La ofensiva de The Marmalade Company

     Con el paso de los meses, los Galegans fueron erradicando todos los productos de The Marmalade Company que quedaban en sus dominios, hasta que finalmente, el 21 de Mayo, destruyeron la última sucursal de sus enemigos en la batalla de Las rias Altas.

     Esta ofensiva por parte de los Galegans causó pérdidas económicas de miles de euros, increíbles bajadas del precio de las acciones en bolsa y se destrozaron veintitrés calculadoras (que explotaron al hacer los enormes cálculos de las pérdidas). Esto, como es obvio, no le sentó nada bien a la compañía de la mermelada.
Decidieron entonces que había llegado la hora de contraatacar; prepararon su armamento y urdieron sus planes durante el mes de Junio y cuando parecía que la calma había vuelto a la tierra Galegan, The Marmalade Company volvió a la carga.

     Consiguieron formar un duro bloqueo alrededor de las costas gallegas gracias a sus poderosos buques tales como el “Prestige 2.0” el “Orangizer” e incluso algunos testigos aseguraron haber visto al gigantesco barco de “さかな” que obviamente compraron a una empresa japonesa cuando estaba a punto de ir al desguace, pero que consiguieron reparar convirtiéndolo en una máquina de matar Galegans y de pescar atunes (funcionalidad que les resultaba inútil, ya que no necesitaban atunes teniendo su mermelada de naranja).
Una vez consolidada esta formación tan agresiva, llevaron a cabo su estrategia más devastadora: La lluvia de naranjas, mejor conocida como “Orange Storm” (para obtener más información acerca de esto, ve a la sección de Tácticas de Guerra) con la cual consiguieron mermar las defensas Galegans y dejar maltrecha su agricultura, su economía y su dignidad.

     Tras varios días soportando el incesante bombardeo de naranjas, un reducido grupo de Galegans se juntó para plantar cara a la flota de sus enemigos. Libraron una cruenta batalla conocida como “Orange Battle” en la cual sucumbieron defendiendo sus tierras hasta el final. The Marmalade Company les capturó y les torturó exprimiéndoles naranjas en sus ojos hasta que suplicaran la muerte en la horca.

     En la tierra Galegan la frase “estamos jodidos mozo” pasó a ser el pan de cada día cuando venía la lluvia de naranjas del mediodía, de las seis de la tarde y de las doce y media de la mañana (a estas horas el bombardeo era más intenso) y todo les iba tan mal que apenas podían sobreponerse a esta situación. Pero finalmente, como si de un regalo divino se tratara, una compañía de aviones acudió en su ayuda. Llegaron un total de cincuenta aviones de Ryanair, dispuestos a cargar con los gallegos y a rescatarlos de aquella situación tan lamentable.
Miles de Galegans subieron a dichos aviones, pero lo que ellos no sabían era que en realidad todo esto se trataba de un falso rescate planeado por sus enemigos. El día C, los Galegans que creyeron haberse salvado, murieron cuando los aviones en los que iban se estrellaron, como cabía esperar. El punto de impacto conocido como “Crash Zone” fue en Francia a unos 75 kilómetros de París.

     Ante las devastadoras consecuencias que tuvieron dichos “accidentes” los franceses entraron en pánico y la histeria reinó en todo el País. No tardó mucho hasta que descubrieron la identidad de Jorge Cachopo, uno de los gallegos que yacía muerto entre los restos del avión. Pensaron que ellos habían sido los que enviaron este ataque y se unieron a The Marmalade Company en su campaña contra esa “escoria homosexual” como ellos los llamaban, ignorando por completo la fama que tenían ellos mismos en España por méritos propios.

     Tiempo después, el 19 de Agosto, los Galegans libraron la gran “batalla de las rías Baixas” contra The Marmalade Company y algunas tropas francesas en la cual, sus ofensivas a la desesperada y sus dones innatos para repartir hostias como panes les concedieron una victoria absoluta, haciendo así retroceder a toda la flota enemiga y consiguiendo una temporada para fortalecerse un poco más.
Tras esta abrumadora victoria, un Galegan médico encontró a un espía ruso tratando de sobrevivir entre los cadáveres que habían quedado en la batalla.

     “No paraba de hablar en un idioma muy raro y parecía que había sido poseído. Decía no sé qué mierdas de las naranjas, así que le calcé una buena hostia en la cabeza, lo dejé inconsciente y me lo llevé pa la base” aseguraba el médico.

     Tras unas intensas jornadas de torturas, tales como los pellizcos de un bogavante en los huevos, u obligarle a tragar tinta de pulpo mientras le lanzaban erizos de mar, consiguieron que hablase en cristiano y les dijese que él había sido uno de los que hicieron que el “Prestige” naufragara.

     Con todo esto, los Galegans habían conseguido zafarse un poco de la ofensiva de The Marmalade Company, pero aún tenían que lidiar con los franceses por lo que no estaban capacitados para ir a Rusia para descubrir cuáles eran los motivos de su espía…
Sin duda una campaña contra los rusos era algo que no podían hacer solos, así que tuvieron que pedir la ayuda de un aliado.

3 comentarios:

  1. Jajajaja es lo mas xD Porcierto, su significan esas letras chinas? LOL

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    1. Buenas recluta! 'さかな' es el identificativo que los Galegans le han puesto al atunero recién comprado. Actualmente se desconoce si tienen algún significado concreto, o algún iluminado los eligió al azar como maniobra evasiva. Le mantendréal tanto.

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  2. Ingles .algo muy gracioso
    Cubero estubo aki

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¡Mójate Soldado!